PEREGRINOS A SANTIAGO


O'Cebreiro: una etapa preciosa


En la cuesta a O'Cebreiro, esta leyenda


Casa Pacios, una hacienda que ahora es hospedería. En Triacastela.

Meses antes de viajar busqué libros del Camino y no había. Necesitaba algo histórico para entender la vida del Apóstol Santiago y de los peregrinos Encontré el de Paulo Coelho pero no me compré para ir con la mente y las percepciones abiertas… Por eso, tal vez lo que escribo aquí no deban leer quienes se preparan para caminar. Es una vivencia particular que debe parecerse a muchas pero que para mí es única.

Recuerdo los senderos y me dan ganas de llorar como cuando has tenido un encuentro fuerte con alguien. En mi caso, con Jesús.

Caminamos hasta Santiago de Compostela con mi esposo, 200 kilómetros en 8 días. Fue una experiencia única y hermosa, tanto que queremos volver. Fue una forma diferente de probar nuestros límites físicos porque en mi caso no estoy acostumbrada a caminar, sí a correr, y en el suyo, no sabía cómo respondería su cuerpo. Por eso nos preparamos con 4 meses de anticipación haciendo trekking de 20 kilómetros aproximadamente, a día seguido, varios fines de semana.

Mi esposo hizo una dieta detox y bajó 7 libras, lo que le sirvió para no forzar tanto sus rodillas. El tomar el camino cada día le cambió el metabolismo y ahora está más delgado pese a lo rico que se come en España.

Pero quizás la verdadera prueba de fuego fue ir entregando penas y resentimientos en cada trecho, hasta viajar liviano, dispuestos a llegar a Compostela con un corazón libre.

Y así fue, alegres y agotados, junto con peregrinos que habíamos ido conociendo en el camino, nos acostamos como es tradición, en la plaza del Obradoiro frente a la Basílica de Santiago. Esa noche en la misa, entre caminantes de variadas nacionalidades, presenciamos el Botafumeiro, famoso porta-incienso que para lanzarlo al aire se necesita la fuerza de 6 a 8 religiosos. 

Abrazamos al Apóstol y rezamos ante su tumba.

Esta oración que leo al final de la expedición coincide con la llegada feliz a nuestra meta: “Ayúdame, patrono querido, a que el fin del Camino sea para mí el comienzo de una nueva vida. Amén.”


Próxima entrada: Las etapas

Comentarios