Parte de esta experiencia es la cantidad de gente que nos ha apoyado. No somos solo un equipo y un abasto. En Ecuador hay tanta gente buena que te da una mano, te indican una direccion, ayudan a trazar la ruta, te abren sus casas y su sonrisa para que logres tu objetivo. Tachi, mi hermana y cumplidora de todas las rutas conmigo, dice que en el camino Roger, el conductor de la camioneta de Jama, Manabi, la fue animando: 'usted puede vamos'. Solo asi llego.´
El 'Mono' Santos nos llevó hacia el poblado 10 de Agosto y verificamos que era imposible correr por ahí porque los ríos estaban crecidos. Ahí vimos la semilla de achiote que pinta la piel y la protege del sol y los moscos.
De los 17 participantes, uno llego de Esmeraldas, otro viajo toda la noche desde Quito, dos madrugaron de Bahia, el resto estabamos en Jama.
Roger me agradecio ayer por la medalla y dijo, 'la proxima me la gano corriendo'..
Cada tramo de este correr continuo por Ecuador me hace quererlo mas. Son cuatro rutas y las cuatro ya son vividas con pasos, miradas, conversadas y mano-escritas. Ya son mias, nuestras!
Haber comenzado este reto me ha abierto un sinfin de posibilidades.
Todos debemos tener en nuestra misión de vida proteger un lugar del planeta, y aunque las 24 rutas comenzaron con un objetivo que es proteger el Yasuni, ahora quiero proteger cada camino elegido para nuestro trayecto, librarle de basura, de la tala de sus arboles o de mas construcciones.
Llego a Quito y subo fotos.
Manabi es todo!!
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