Cada semana me llegan mails de la Fundación Amazonía por la Vida. A continuación un resumen que habla sobre el estado del Yasuní, del ITT, de la selva ecuatoriana y de otras reservas en el mundo. Para apoyar hay que comenzar poniendo interés. Después escribir, dibujar, correr, en defensa de este Parque nuestro, que contiene más especies en una hectárea que todo el territorio de los EE.UU.
Ecuador recibe mil millones de China en pago anticipado por venta de crudo. La venta anticipada obliga al país a aumentar su extracción de crudo, sin embargo el declive petrolero es evidente en los pozos del Ecuador. ¿Se está comprometiendo ya el crudo del ITT? Este sería un acto totalmente irregular, ilegal e irresponsable.
La explotación del Bloque 31 amenaza a Yasuní. El bloque 31 está en el corazón del Parque Nacional Yasuní. Fue otorgado a la empresa Petrobras, y cuando salió del país, la operación pasó a manos de Petroamazonas. Este campo no es comercial, contiene muy poco crudo, que al igual que el ITT es pesado. Adelantar esta operación es ilegal frente a la nueva Constitución. Además se pretende utilizar los fondos de los afiliados del IESS (sin su permiso) en esta operación que: no es rentable, tiene muchos impactos, es una amenaza a la credibilidad de la iniciativa Yasuní ITT.
Demanda contra British Petroleum por derramar 5.000 millones de barriles de crudo en el Golfo de México. Ecologistas de varias partes del mundo argumentan, “es un imperativo ético en tiempos en que las voces más optimistas anuncian que la humanidad está perdiendo el futuro, porque el modelo de crecimiento, sobre explotación y despojo, basado en la energía fósil nos lo está arrebatando. (…) el desastre ecológico del Golfo de México ofende la conciencia de la humanidad”.
La iniciativa ITT ya es un éxito en muchos sentidos: en Ecuador y en otras partes del mundo se ha logrado legitimar la resistencia y está lanzada la discusión del modelo extractivista: Ecuador, así como el resto del mundo, deben transitar a una civilización post petrolera. La mayoría de la gente cree que aún sin contribución, se debe conservar el Yasuní.
En la zona de Texaco la gente dice: "Lo que pasó aquí, no en Yasuní." Después de la sentencia en el caso Texaco se ha puesto en evidencia el inconmensurable impacto de las operaciones petroleras en la Amazonía. Ahora empieza un debate sobre cómo reparar, cuánto cuesta, y cómo reponer a las víctimas. Es evidente que para el Ecuador es un pésimo negocio la extracción de petróleo, peor aún para las comunidades y para la naturaleza. Lo que pasó en la Amazonía norte, no debería repetirse... menos aún en el Yasuní.
¿Quién se beneficiaría de la explotación del Yasuní? Las empresas petroleras (la más opcionada es Petroandes -empresa china- que con la renegociación del contrato quedó a un paso del Tiputini), los accionistas de las empresas, los negocios que dependen del petróleo como materia prima, las empresas de servicios, las constructoras, las aseguradoras… Es verdad que algo llega a manos del Estado. Y hasta es posible que algo se reparta en la zona. Pero a cambio de esto se afectará la salud, se contaminarán las aguas, la zona se volverá insegura, habrá inflación y todos los problemas sociales y económicos propios de las zonas petroleras.
Para más información escribir a:
mifuturoyasuni@amazoniaporlavida.org
info@amazoniaporlavida.org
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