Esta vez no hubo perros bravos ni “carnavaleros”, solo el silencio del páramo y las garzas blancas de la laguna del Limpiopungo. Una ruta más se ha cumplido y el Reto sigue con fuerza y pasión.
La siguiente ruta es Cañar, en mayo.
Gracias a los auspiciantes: Banco Solidario, Vivant, Destino Tierra, Podium y Amazonía por la vida.
CORREMOS POR UNA CAUSA:
PROTEGER LA VIDA EN EL YASUNÍ,
UNA DE LAS ÚLTIMAS RESERVAS ECOLÓGICAS DEL MUNDO Y LA MÁS BIODIVERSA.
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