EL OSO





Me encontré con el Oso. Estábamos sentados al lado en una reunión de Acción Ecológica. Claro, cómo le iba a reconocer si estaba de humano. Yo anotaba los nombres de los participantes para tener sus mails y le pregunté: cómo te llamas.

Dijo con voz tímida: “pajarito”.

Esa voz fue demasiado familiar. ¡Oso Javier!

¿Qué haces aquí? Estaba resentido porque no le había reconocido. Bueno, yo más resentida porque no había venido al Reto 21x24 desde Cotopaxi. Me dijo que había perdido el celular, que estaba con mucho trabajo. Finalmente me contó la verdad: está agotado. Ha participado en todas las carreras que hay, siempre con un personaje y la bandera a favor del Yasuní, del agua, de los animales.

Le dije que yo podía correr con él con algún disfraz, me dijo que eso es imposible, excepto si estoy dispuesta a vivir una semana con el personaje, dormir, comer, vivir como esa especie. Que su misión es muy sacrificada especialmente por el lado psicológico.

Nació en el Puyo, en una familia de escasos recursos y tuvo que trabajar de muy niño. Su tarea era comprar la gasolina para la motosierra de los madereros. “Yo veía cómo caía el árbol y como caía el cusumbo, el nido, los monos. ¡Cómo me dolía!”
Por eso corre representando a los animales de la selva, en reparación a tanto daño.

¿Qué haces tú por el Yasuní?

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