En la charla previa a la largada, Franklin Tenorio, con su
acostumbrada sencillez comentó ante los atletas presentes que se sintió movido
por esta iniciativa desde el comienzo y que la ha venido acompañando con
mensajes de apoyo y transmitiendo la causa que mueve al Reto: la protección del
Yasuní.
Esta vez, se facilitaron las cosas y pudo llegar a Santo Domingo a
correr. Y no estuvo solo, corrió con Anita, su hija de 13 años que está
entusiasmada y tiene la madera para seguir los pasos de su padre.
Este atleta de élite nunca había vivido una ruta de aventura
como la que se trazó, y a pesar del duro trayecto, se contuvo para correr
hombro a hombro con los punteros y sólo en los últimos 2 kilómetros se separó
de ellos y llegó primero con gran comodidad.
CONTINÚA…
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