SEPTIEMBRE 8, 2012
Son
las 4am y llueve fuerte en esta parte de la Amazonía. Pienso en Quito y los
incendios. Ojalá que estas nubes luego se descarguen sobre la sequedad de la
Sierra.
La
vida es implacable en la selva. Por todo lado hay micro-anécdotas de depredadores,
parásitos, simbiosis, territoriedad, 'corre-que-te-como'… Por ejemplo, en el
bosque hay unos claros donde crecen unos árboles flacos que tienen unos
abultamientos en las ramas. Allí viven unas hormigas feroces, las “hormigas
limón” que saben a limón… y además protegen a estos árboles de las demás matas,
arbustos y árboles. Éstos crecen y proveen de frutos, alimento de ciertas
especies de aves. Si se corta el bosque, esta cadena de vida se corta!! Y si un
citadino decide acampar en ese claro, va a pasar una pésima noche.
La
selva es completamente hostil para el ser humano que no la conoce. Gran
cantidad de plantas y animales puede defenderse de una persona que solo decidió arrimarse a un árbol. Una de las corredoras pisó con sandalias el camino de las
hormigas militares. Invadieron sus pies rápidamente y probaron a mordiscos su
piel. Lo bueno fue que el ácido fórmico de la picada -el mismo de la ortiga- le ayudó a
aliviar el dolor muscular del trote mañanero.
CONTINÚA…
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