CONSISTENCIA: LA LEY DEL CUERPO


 
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Una vez mi esposo Santiago se quedó petrificado en el piso por el dolor que le provocó una hernia en la columna vertebral. Estaba tan molesto que mis hijos le llevaron a la fisioterapia en el cajón de una camioneta.

Aquí su testimonio:

“Tenía un dolorcito en la pierna y no le paré bola. Creí que más ejercicio me iba a hacer bien y subí una cuesta en bicicleta. Esto era 8am, para las 11am me quedé torcido, me dolía desde el cuello hasta el dedo gordo del pie. 

Después de unos días de estar quieto y de dormir en el piso, decidí ir donde la Dra. Mónica Guachamín quien me dio masajes y me enseñó una serie de estiramientos precisos (ver video abajo). 

También me recomendó caminar en la piscina y poquito a poquito fui nadando, aunque todavía me dolía. Empecé a caminar en terreno plano 30 minutos, después 45, luego 1 hora. Cada cambio de movimiento tenía que hacer lentamente. 

Durante los dos meses que me tomó sanar, hice acupuntura con electricidad con el Dr. Martínez. Otra cosa que me ayudó fue el agua fría con ortiga y tomé un relajante muscular porque la espalda seguía contracturada. La suma de todo esto me curó”.

A todo el que tenga oídos que oiga: la palabra para evitar lesiones es consistencia, en el ejercicio y en el estiramiento. Consistencia.

Para prevenir las lesiones y para sanar hay que hacer estiramientos cada día, a veces hasta dos veces al día.

Además, hay que mantener cada posición por 1 minuto 1/2 a 2 minutos. La razón es que hay una cápsula interna dentro del músculo que solo se estira en este período de tiempo.

Quién ha sufrido una lesión, un dolor fuerte en la rodilla, la columna, el tobillo, pierde movilidad, deja de hacer ejercicio, se siente débil y vuelve a cero de cualquier meta que tenía para bajar de peso, estar en forma o competir.

Hace años tuve un tirón de electricidad que partía de la cintura hasta el talón. Fui a la fisioterapia donde acudió mi esposo y esta vez me atendió el doctor Wappenstein. Me jaló la pierna con sus grandes manos. Me jaló y me jaló. Le pregunté para qué hacía eso y dijo: “estoy liberando la presión que hay de tus músculos sobre el nervio ciático”.

Me hizo tanto sentido que cada vez que siento alguna punzada, estiro la pierna.

El doctor Wappenstein me recomendó reducir la carga de carreras y me refirió donde el entrenador Gonzalo Calisto para que aprendiera a estirar. Yo tenía la flexibilidad de una estatua –como decía un amigo corredor- pero he logrado avances y fluidez con la llave de la consistencia.

En esta época, con el teletrabajo, un buen consejo es levantarse del escritorio –del sofá o la cama- cada hora y hacer ejercicio. Esto me recuerda al mensaje de la camiseta de un corredor de Huairasinchi, la carrera más grande de aventura del Ecuador. Decía: “si piensas que la aventura es peligrosa, intenta la rutina… es letal”.

Si vas algún día donde la Dra. Guachamín oirás su frase célebre cuando gritas porque logra destrabar la presión: “qué rico dolor”.


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