Dos mujeres llamadas Ángela mueven a miles de seguidores

 



 

Cada una en su genialidad y dimensión, ambas tienen 26 años y son corredoras.

Ambas provienen de una familia deportista. La velocista Ángela Tenorio, conocida como Gacela, empezó en campeonatos colegiales e intercolegiales en Lago Agrio, su ciudad natal. Su hermana Lorena la entrenaba en ese entonces. De 14 años, la Concentración Deportiva de Pichincha la acogió. Su entrenador es Nelson Gutiérrez.

La quiteña Ángela Mejía comenta “desde chiquitita mis papás me inculcaron los deportes. Tenis, volley, gimnasia rítmica, ballet, a veces fútbol”.

Ang, como le dicen sus amigas, no trotaba, se hacía la loca en los calentamientos. En la Universidad, en Chicago, mientras era instructora de spinning y funcional, un amigo le invitó a correr y Ang le dijo: “no me gusta”.

Ella recuerda que al fin cedió y salieron “a correr dizque 30 minutos, pero corrimos diez kilómetros en una hora. Yo me sentía la mamá de Tarzán, lo más emocionada, entonces dije estoy lista y a las cinco semanas corrí mi primera media maratón”.

Ángela Tenorio dice en su manifiesto: “Team Ecuador, mi equipo, no es solo 58 deportistas sino 18 millones de almas”.

Qué frase tan fuerte, tan colectiva. Llevar a todo el Ecuador en el corazón, en la maleta, en cada zancada que da.

Pensemos todos así. Aplica a cada actividad de cada ecuatoriano.

Ángela Mejía dice: “vivamos cada día con una sonrisa en la cara. Hay días buenos, hay días malos. Pero si te levantas y haces algo por ti, creas hábitos, tiendes tu cama, sales a caminar, escribes un diario; el día cambia. Es recordar que toda la vida es un balance”.

La dos veces olímpica Gacela apunta a clasificar al Mundial de Atletismo en Hungría y los Panamericanos en Chile, en 2023.

Mientras que Ang planea cumplir tres ‘majors’ hasta el 2023 (las ‘majors’ son las maratones más importantes del mundo: Boston, Nueva York, Chicago, Berlín, Londres y Tokio). Quiere entrar en una maestría en finanzas avanzadas y crear su club de entrenamiento JognEat.

Ang cuenta que JognEat fue una idea que se le vino entrenando en La Carolina.

“Pensé: me encantan mis largas de trote, quisiera tener un lugar para acordarme. Empecé una cuenta privada de Instagram donde ponía lo que había comido y entrenado ese día”.

Las cosas grandes comienzan con pequeños pasos.

Ang dice que cuando empezó la pandemia, “dije: cuarenta días de encierro, qué voy a hacer. Me puse a hacer ejercicio. Me llamó una amiga y me dijo, qué estás haciendo, le conté y dijo por qué no nos das clases”.

Así fue.

Sus amigas recibían rutinas de ejercicio todas las tardes hasta que le dijeron: anímate, vuélvete pública.

“Abrí oficialmente JognEat y empecé a subir recetas, workouts, y lo que es el mundo del balance – dice Ang- y nacieron los retos de 21 días que consisten en recibir del uno al 21 del mes, clase por zoom con una guía de nutrición”.

Gacela entrena las mañanas en Los Chasquis y dice en su Instagram: veo posibilidades. El trabajo técnico, la velocidad, resistencia, es trabajo de cada día.

¿Y los resultados? Cuatro veces medallista mundial, dos Juegos Olímpicos, Río 2016 y Tokio 2020 + 1. Primera latinoamericana en bajar los once segundos en los 100 metros planos (Toronto 2015). Única atleta de velocidad del Ecuador en ser campeona sudamericana de menores U16, prejuvenil U18, juvenil U20, sub 23 y adultos.

Ha corrido en Ucrania, Moscú, Estados Unidos, Toronto, Polonia, República Checa, Perú, Colombia y otros países, dejando en alto el nombre de Ecuador.

En los Bolivarianos 2022, en Valledupar, Gacela rompió el récord y se consagró como la atleta más veloz de Ecuador.

El récord personal en maratón de Ang es de tres horas con 24 minutos en Boston y en media maratón, una hora con 29 minutos. Lleva siete maratones siendo tan joven.

Ang no se considera influencer pero influye a sus 3600 seguidores cada día en la vida del balance.

“Tengo el orgullo de que más de 450 personas han pasado por mis clases en dos años” -dice.

Gacela es mundial, Ang es virtual, y las dos inspiran con su fuerza, su valentía, su técnica, su inteligencia e innovación.

Que no paren, que llevan miles de almas en su maleta y su laptop.

Sé que a Ang le gustan las papas fritas. “Suena irónico, ¡pero me encantan!” -reconoce.

Y a Gacela, ¿qué le gusta comer?

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